La desaparición de Stephanie Mailer, Joël Dicker.

El escritor suizo Joël Dicker  nació el 16 de Junio de 1985, fue educado en la Universidad de Ginebra, y llevó acabo la publicación de su primer texto: “El tigre” a la corta edad de diecinueve años.
 Más adelante, en 2012, publicó “La verdad sobre el caso Harry Quebert”, novela que le llevó a alcanzar el gran reconocimiento del que dispone hoy en día, reconocido mundialmente como uno de los mejores escritores de thriller de la actualidad.
Entre sus distinciones más notables, debo destacar el reconocido Gran Premio de Novela de la Academia Francesa, que ganó en 2012 gracias a la novela anteriormente citada.

La novela comienza con los hechos que ocurrieron la noche del 30 de Julio de 1994, en Orphea, región de los Hamptons.
La ciudad llevaba meses preparando con gran ilusión la inauguración del festival de teatro, que esperaban fuera el precedente de muchos festivales posteriores, que traerían trabajo, prosperidad y entretenimiento a la ciudad. Por ello, la mayoría de los habitantes se mantuvieron expectantes durante toda la obra. 
Sin embargo, mientras todos los espectadores estaban con las miradas fijas en el escenario, el alcalde de a ciudad se disponía a recoger sus pertenencias rápidamente con la intención, supuestamente, de abandonar su hogar junto con su familia. 
Poco tiempo después, la policía descubre el cuerpo de Meghan Paladin, una mujer que ha sido brutalmente asesinada mientras corría cerca de la casa del alcalde. Durante la investigación, la policía decide acudir a dicha casa, y se encuentra con los cuerpos sin vida de la familia. 

Los jóvenes agentes de la policía: Jesse Rosenberg y Derek Scott, se encargan de realizar y resolver la investigación del cuádruple asesinato con aparente normalidad, implicándose a nivel personal y emocional.

Veinte años después, el policía Jesse Rosenberg decide retirarse del cuerpo para realizar la apertura de un negocio local, cuando recibe la visita inesperada de la periodista Stephanie Mailer, quien ha estado investigando acerca del cuádruple asesinato, y afirma fehacientemente que se equivocaron de culpable en la investigación. A partir de dicho momento el policía decide posponer su dimisión hasta resolver el caso, implicándose aún más en el momento en el que la periodista desaparece. Desde entonces, investigará profundamente los hechos con Ana y su antiguo compañero, Derek.

En mi opinión, en esta novela se ve reflejada, una vez más, la maestría que tiene Dicker para entrelazar el destino de los personajes, a quienes conoceremos gracias a la descripción psicológica que nos brinda de ellos, al igual que en “La verdad sobre el caso Harry Quebert”, manteniéndonos hechizados ante la enigmática obra de teatro de la temporada. Gracias a ello, el escritor nos hará descubrir los entresijos más profundos de las familias y las parejas, dejándonos incluso con un sabor amargo ante los descorazones hechos que nos narra.

Sin embargo, es cierto que esperaba una lectura más intrigante, con más características propias del género policíaco, ya que en ocasiones he podido percibir una excesiva e innecesaria extensión de los hechos, que, aunque entretenidos, han resultado quizá impropios del autor, debido a que muchos de ellos no tienen ningún significado aparente en la trama. También he echado de menos más profesionalidad en los diálogos, que son indispensables en dicho género. En conclusión, la originalidad de la trama es mejorable aunque su lectura sea amena. 

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