La flor y nata, Daniel Arce

La flor y nata es el segundo libro del escritor santanderense Daniel Arce, y a su vez, la segunda parte de “La maldición gitana”. 
Debo destacar la portada de la segunda novela, ya que, además de que la pintura la ha desarrollado el propio autor, característica que añade le un gran valor a la obra, en ella aparece representado Fernando, uno de los protagonistas principales de la cooperativa “La Olla”. Además, el autor nos ha explicado que el llamativo color rojo que la compone, representa el color del alma de dicho personaje, al igual que el color azul es el predominante en la portada del volumen anterior, por ser el color del alma de Chus.

Una vez resueltos los graves problemas a los que se enfrentaron nuestros protagonistas en “La maldición gitana”, la cooperativa adquiere un carácter más profesional y maduro, las empresas generan cuantiosas ganancias, y la imaginación de los socios no para de desarrollar nuevas ideas que harán que la empresa crezca a un ritmo titánico.
La importancia que le ha dado el autor al mundo del arte en este texto, y su conocimiento del mismo, me ha impresionado positivamente, ya que ha conseguido crear una escenografía bohemia, conectada con los negocios de la cooperativa, desde la perspectiva del humor, que hará que queramos aplaudir al autor por el ingenio que demuestra.

Además de su crecimiento económico, en este volumen conoceremos a nuevos personajes que serán decisivos en la vida de los socios, como una divertida chica llamada Maite que Vicente conocerá en Carnaval, o como Irene, cuya sensualidad y extravagante personalidad será de gran ayuda en el departamento de Extorsión, y desencadenará muchos cambios e incluso quebraderos de cabeza en la vida de La Olla.
Sin embargo, no todos sus proyectos son coser y cantar. El negocio de la cocaína les causará problemas que tendrán que ser capaces de resolver utilizando sus influencias, su instinto y su ávida inteligencia con la guardia civil y sus enemigos pisándole los talones e intentando frenar su crecimiento a la mínima ocasión. 
La cooperativa enviará a Chus y a Vicente a encontrar nuevos socios del negocio de las drogas en Colombia, tras una disputa con sus antiguos socios gallegos, que intentarán emplear para expandirse y conseguir un producto de mayor calidad. Sin embargo, los hechos que allí se desarrollan nos harán sentirnos con el corazón en un puño, y deseosos de que los protagonistas sean capaces de resolver sus inconvenientes, ante tal grado de euforia y tensión. 

En mi opinión, “La flor y nata” es la confirmación de las impresiones que generó en mí Daniel Arce con su anterior texto, demostrando una capacidad innata para que sus lectores no sean capaces de soltar el libro después de leer la primera frase. La recreación del ambiente es excepcional, ya que la capacidad descriptiva del autor hará que te sientas un protagonista más de la historia, imaginándote a la perfección los lugares donde habitan, las emociones que sienten, y la característica magia que rodea el lugar y el curso de los acontecimientos que suceden. Además, en este volumen conoceremos a fondo la vida de Fernando y su madre, en un capítulo especial destinado a él, al igual que en la novela anterior hubo uno para Vicente. La contextualización de la infancia de Fernando nos dará la oportunidad de conocer a fondo el por qué de su personalidad. Me parece una gran idea que el autor haya destinado un capítulo en cada libro para hablar de uno de los protagonistas, ya que la característica personalidad que poseen queda completamente integrada en los actos que desarrollan. 

La novela nos hará reírnos, entender el romanticismo, sentir preocupación, empatía, y sobre todo emocionarnos a través de sus personajes y de la poderosa mezcla de temáticas que posee, dejando patente absolutamente tanto la tremenda inteligencia de los personajes, como la maestría que demuestra el autor con su pluma. 

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