Nada, Carmen Laforet



Carmen Laforet escribió esta novela a la temprana edad de 23 años, con la que ganó la primera edición del premio Nadal en 1944. Está ambientada en el final de la guerra civil. Aunque Carmen no ha señalado la novela como una autobiografía, si tiene ese carácter. Hay ciertas similitudes respecto a la personalidad y la vida de la protagonista. Carmen estudió, y tampoco terminó la carrera de Filosofía y Letras, y también se mudó Barcelona con su familia. La novela está escrita en un lapso de tiempo no superior a cinco años antes que la situación histórica real.
La novela narra la vida de Andrea, que, proveniente de un pueblo, decide, con gran ilusión, ir a estudiar  Letras a la universidad de Barcelona, alojándose allí en la casa de su abuela.
A su llegada, va paseando emocionada los detalles de la gran ciudad, hasta que llega a la calle Aribau.
Allí, sus ilusiones chocan ante el panorama que está a punto de descubrir. 
En la casa de su abuela viven también sus tíos. Llega a una casa totalmente destartalada, donde hay cuadros descolgados, paredes amarillentas, objetos viejos e inutilizables... 
Desde el primer momento, su tía Angustias intenta coartar su libertad poniéndole requisitos sobre dónde, cómo y cuándo salir o comportarse. 

Su tío Román es una persona cínica, se cree sumamente inteligente y por encima del resto, aunque en su interior no puede soportar la vergüenza que siente por haber sido un chivato del bando nacional durante la guerra, de hecho, debería estar en la cárcel por sus delitos. Se dedica al contrabando de objetos y materiales prohibidos en la época. Es importante destacar que todas las mujeres que aparecen en la novela sienten algún tipo de atracción hacia él, desde la criada hasta la misma Andrea. Su tío Juan y Gloria, son un matrimonio desestructurado, él se dedica a la pintura sin demasiado éxito, y ella es maltratada por él a causa de meterse demasiado en los problemas familiares. Tienen un hijo pequeño al que apenas pueden alimentar.
Lo más destacable de la casa de Airbau, es que Andrea no tiene un espacio íntimo, para evadirse siempre utiliza la ducha, ya que es el único momento en el que su libertad no se ve comprometida.
Al comenzar la universidad, se da cuenta de que tampoco es lo que pensaba, aunque allí conoce a su amiga Ena, a quien admirará profundamente y, posteriormente, cambiará su vida.
Pasando por un sinfín de momentos melancólicos y trágicos, la historia de Andrea es la historia de una juventud desgarrada por la vida misma.  No esperes, al leer esta novela, encontrar ningún ejemplo de superación, ningún héroe a quien admirar. Lo que leerás, es una historia desgarradora sobre una persona con traumas entrecruzados, a quién la vida se le escapa ente los dedos con impresiones acumuladas en la soledad.

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