El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, Oliver Sacks

Oliver Wolf Sacks  fue un neurólogo nacido en 1933 en Londres, que falleció en 1933 en Nueva York. Después de una gran formación académica y una exhaustiva investigación de su campo, fue profesor de Neurología clínica en el Albert Einstein College de Nueva York, y posteriormente enseñó neurología en la Escuela de medicina de la Universidad de Nueva York, además de psiquiatría en la Universidad de Columbia.
A través de su escritura, se encargó de divulgar la ciencia, haciendo hincapié en los aspectos sociológicos de los enfermos. Cabe destacar especialmente sus obras: “Despertares” y “Musicofilia: relatos de la música y el cerebro”.

El libro “El hombre que confundió a su mujer con un sombrero” es una recopilación de casos clínicos que llevó a cabo Oliver Sacks, y consta de 24 relatos.
Oliver dividió los relatos en cuatro partes, según las patologías sufridas por los pacientes: pérdidas (centrado en los déficit. Es decir; pérdida del lenguaje, pérdida de la memoria, de la visión...  la siguiente es excesos,  la tercera arrebatos y  por último el mundo de los simples (centrado especialmente en pacientes con retrasos intelectuales).

La idea principal del libro es estudiar los síndromes del hemisferio derecho del cerebro, ya que considera que la dificultad de tratar los problemas de este hemisferio ha llevado a investigar y escribir menos sobre las patologías que conllevan las lesiones de dicha sección, ya que se ha considerado siempre, de manera despectiva, el hemisferio más primitivo. Sin embargo, es el encargado de controlar las facultades de reconocimiento de la realidad con que ha de contar el humano para su supervivencia.
El autor nos remite esta cita de Luria: “Estas deficiencias, de las que no se ha hecho aún ningún estudio, nos remiten a uno de los problemas más fundamentales: el papel del hemisferio derecho en la conciencia directa... El estudio de este campo, de suma importancia, no se ha abordado hasta el momento”.

En el relato que el escritor considera más importante, y da nombre al libro, el paciente no es capaz de reconocer las caras, y sobre todo, no es capaz de ser consciente del problema que sufre. Se le diagnosticaron problemas en las zonas visuales del cerebro. Situación que genera numerosos problemas, debido a que se dedica a la enseñanza, y el día a día con sus alumnos es cada vez más complicado. 
Sin embargo, tiene una gran inteligencia musical, había sido cantante y músico, por lo que se defiende utilizando el sentido auditivo, distinguiendo así el lugar en el que se encuentra el locutor, y su identidad debido al timbre de su voz.
Al no ser especialmente consciente de su problema, el paciente del relato, pudo continuar su vida con relativa tranquilidad utilizando el resto de sus sentidos.

En mi opinión, creo que es un libro que puede ser muy apasionante tanto para los profesionales de este campo como para cualquier persona que sienta curiosidad por él, ya que aunque este escrito con un lenguaje formal, es fácilmente comprensible. La preocupación personal que siente el autor ante las situaciones cotidianas que sufren los pacientes, se ve reflejado en su manera de escribir, haciendo que el lector se ponga en la piel de las personas con dichas enfermedades, valorando especialmente las cosas cotidianas a las que no les damos ninguna importancia, porque pensamos que siempre van a estar ahí. El caso que más me ha llamado la atención ha sido el número tres: “La dama desencarnada”, Que refleja la historia de una joven paciente que, de un día para otro y sin ningún tipo de enfermadas anterior ni locomotora, deja de ser consciente de su propio cuerpo, sintiéndolo como algo no real, no suyo, perdiendo el sentido de la propiocepción. Sin duda, el autor hace que seamos más conscientes y valoremos la esencia de la humanidad en su conjunto.

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