Enátika, Lidia Ciprés Rosa

Enártika, el Reino de la sombra, es el segundo libro publicado de la joven escritora catalana Lidia Ciprés Rosa. Pertenece al género de la literatura fantástica, donde se desarrolla, con amplia imaginación, un mundo y realidad paralela diseñado por la autora. 

La historia comienza en el reino de Amártika, en Ciudad de Punto blanco, un lugar agradable donde los humanos y el resto de las especies conviven en paz diariamente y donde la vida transcurre con ligereza. Excepto por la sombra.

La Sombra es la diosa de la muerte, temida por niños y padres, ya que una vez al año visita Amártika para llevarse a niños pequeños y así alimentarse de su energía.

Alecto y Doly Dod, dos niños de diez años, están jugando tranquilamente en casa del segundo, cuando sus padres son advertidos del rumor de que la sombra está acechando, por lo que deciden vigilarles y cerrar puertas y ventanas. Sin embargo, durante la noche, Alecto tiene la sensación de que su hermana va a ser raptada por ella, y acude en su búsqueda rápidamente. 

Cuando llega a su casa, descubre que sus padres han sido cruelmente asesinados, y la sombra está en la habitación de su semana, sin embargo, no les lleva con ella. En ese momento, Alecto decide no mirar atrás y huir a la capital con su hermana Atanea, de tres años. 

Sin embargo, no sabían que su suerte y penurias aún estaban por llegar. Aliado de un día, cuando la supervivencia comenzaba a ser imposible, reciben la ayuda de Arícolo, quien les leva a las institución de Los Desamparados, que está a cargo de un malvado brujo llamado Rabastán, que será decisivo para el temible futuro que vivirán los hermanos.

Paralelamente existe Enártika, que es el reino donde van a parar todos los niños que fueron raptados por la sombra en su infancia, y que, a medida que fueron creciendo, formaron un refugio bajo tierra. En dicho reino, la supervivencia parece imposible de alcanzar, y con las vivencia allí producida, la autora nos introduce a preguntarnos sobre hasta dónde puede llegar la ética y la cordura humana en una situación constante de necesidad. 

Me ha parecido sumamente interesante el trasfondo de la historia, que consiste principalmente en el enfrentamiento fraternal, patente en Arícolo y Rabastán, la Sombra y la Luz, y en ocasiones, Alecto y Atenea, donde las emociones humanas básicas quedan plasmadas perfectamente.

Y sobre todo, donde la autora hace que nos preguntemos sobre los sentimientos trascentales, y qué sería de lo que consideramos una realidad universal si las reglas, tal y cómo las conocemos,  dieran un giro de tuercas, olvidándonos del mundo tal y cómo lo conocemos, y teniendo borrosa la frontera entre el bien y el mal.