La peste, Albert Camus

El escritor Albert Camus nació el 7 de Noviembre de 1913 en Argelia, y falleció en 1960, a la edad de 46 años a causa de un accidente de tráfico. Estudió filosofía en la Universidad de Argel, y dedicó su corta vida al pensamiento filosófico, la reflexión y la escritura.
Sus novelas están marcadas por un fuerte existencialismo, una de las corrientes literarias predominantes durante su época, cabe destacar: “El extranjero”, “La caída” y “La muerte feliz”.

La novela está situada en la ciudad de Orán, en Argelia. El autor la describe cómo una ciudad tosca, apagada, sin nada llamativo, donde la gente viene y va sin hacer demasiada vida en comunidad. Señala que para conocer una ciudad debemos saber cómo se trabaja, cómo se ama y cómo se muere en ella.
El personaje principal de la obra es un médico, cuya vocación resultará absoluta, llamado Rieux.
Una mañana comienzan a aparecer ratas en la ciudad, como una plaga, en los portales, en las calles, en las casas... Hasta que, poco tiempo después, comienzan a aparecer muertas en el suelo.
Poco tiempo después, las personas comienzan a enfermar: se sienten cansadas, aparecen bulbos en sus ingles, piernas, y en el resto del cuerpo cuyo origen es desconocido.
Finalmente, en la convención de médicos de la ciudad, se declara la epidemia de peste bubónica, que se creía totalmente erradicada hace muchos años.
El estado decide tomar medidas debido a la cantidad de infectados, que aumenta sin parar día tras día, al igual que la cifra de fallecidos. Por lo que se cierran las fronteras marítimas y terrestres. Se prohíbe acudir a bañarse al mar, y se recomienda reposo en casa y aislamiento.
A lo largo de la trama conoceremos a personajes que se convierten en grandes amigos del protagonista principal, como el periodista Rambert, que nos darán una idea de la disparidad social de la ciudad y de las motivaciones que se producen en cada persona ante dicha tragedia.

Las especiales circunstancias que caracterizan a la ciudad, hace que el ambiente y la sociedad cambien, siendo más solidarios y más empáticos con las personas que es rodean, contrastando el cambio con la sociedad anterior, donde las personas pasaban de largo sin mirar a su alrededor, o donde ni si quiera conocían a los vecinos que convivían con ellos.

Por lo que es importante destacar, que siempre hay algo positivo por trágica que sea la situación. Por lo que el autor nos da una lección de comportamiento social, dejando patente que la unidad hace la fuerza, y que no sería posible frenar, de otra manera, una situación tan desoladora como esta, donde la esperanza juega un papel fundamental.

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