Sobrevivir al Ángel de la Muerte, Eva Mozes y Lisa Rojany

Eva Mozes Kor nació en Rumanía el 31 de Enero de 1934, y fue una de las pocas supervivientes al Holocausto en Auschwitz. Falleció el 4 de Julio de 2019 en Polonia, a la edad de 85 años.

Eva Kor era la pequeña de la familia junto a su hermana gemela, Miriam. Vivían en un pequeño pueblo de Transilvania, y eran una familia judía que gozaba de una economía familiar favorable, de las pocas que vivían en aquella villa, aunque hasta la edad de 6 años no fueron conscientes del antisemitismo que las rodeaba.
Cuando comenzaron el colegio, se dieron cuenta de que una de sus profesoras las despreciaba por su condición religiosa, e incluso presenciaban enunciados de problemas, o cuentos antisemitas en su día a día escolar.

Sin embargo, la verdadera pesadilla comenzó cuando las gemelas cumplieron dos años. Una mañana de Marzo el ejército nazi entró en su casa obligándoles a recoger sus cosas y dirigirse posteriormente a un gueto de siete mil judíos. Allí comenzaron sus penurias, no podían moverse con libertad, apenas comían y no disponían de un sitio al que pudiesen llamar hogar.
Poco tiempo después, metieron a su familia en un tren sin mediar palabra, y al llegar, las gemelas fueron separadas del resto de la familia, e instaladas en un módulo especial.
En aquel instante, en el que solo se tenían la una a la otra, supieron que la vida tal y como la conocían había cambiado por completo. En que la instalación conocieron al médico Josef Mengele, el denominado “Ángel de la muerte”, y este realizó una serie de observaciones con ellas, tales como edad, altura, peso, constitución y demás detalles físicos y psicológicos. Esta serie de observaciones las llevaron a cabo tanto con ellas como con las demás parejas de gemelos que vivían en dicho módulo. Posteriormente, la protagonista nos cuenta los experimentos que se llevaron a cabo con ellas en el campo de concentración, con cuyos descubrimientos el médico pretendía hallar la fórmula de crear gemelos rápidamente para el rápido crecimiento de la denominada raza aria.

En mi opinión, la novela tiene un valor incalculable debido a que la escritora cuenta los hechos ocurridos en su propia vida en primera persona, contando, a la par que los hechos, las emociones que sintió en dichos momentos. La deshumanización y la tristeza serán los factores determinantes que desarrollaran el resto de la historia, y nos harán sentir empatía y una absoluta tristeza ante las injusticias ocurridas en dicha etapa de la historia, penurias inimaginables a las que se vieron sometidos una gran cantidad de gemelos a manos del Ángel de la muerte, que por desgracia, la mayoría de ellos, no pudieron contar. Este libro nos hará celebrar la vida, y valorar nuestra suerte como probablemente nunca hemos hecho.

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