Tokyo Ghoul 1, Sui Ishida

Tokyo Ghoul 1 fue publicado en Japón en el año 2011, y es el primer componente de una colección de 14 volúmenes, cuyo escritor e ilustrador es Sui Ishida. En España podemos encontrar la colección en la editorial Norma.
El primer volumen es una introducción que nos presenta al personaje principal, Ken Kaneki, un tímido universitario de primer año, de unos 18 años de edad, con una gran sensibilidad y cuya afición principal es la lectura.

Desde hace tiempo, en Tokio hay muchas muertes sospechosas cuyos responsables se sospecha que son los Ghouls, es decir, seres aparentemente humanos completamente integrados en la sociedad que, sin embargo, tienen una gran peculiaridad: su dieta se reduce a la carne humana. 
Una tarde después de las clases, Ken  Kaneki supera su timidez hablando con una chica que lleva viendo varios días en la cafetería, y a la que siempre ve leyendo, al igual que él. Su nombre es Rize Kamishiro. Al día siguiente, después de una cita en la que pudieron hablar de muchos temas en común, principalmente la literatura, decide acompañarla a casa. Sin embargo todo cambia cuando se encuentra a solas con ella y ella le ataca intentando devorarle, ya que es un  Ghoul. Sin embargo, y para la suerte o la desgracia de Kaneki, en ese momento cae desde la parte superior del edificio una gran barra metálica que acaba con la vida de Rize. A partir de ese momento, los hechos transcurren de una manera confusa, Kaneki es llevado al médico y este decide realizar las operaciones oportunas junto con un transplante de órganos dañados. 

En la recuperación posterior de Kaneki, este descubre que algo en él ha cambiado, la comida le sabe diferente, no disfruta de ella, pero sin embargo tiene un hambre voraz con la que no sabe lidiar. 
Durante el primer volumen se descubre qué le ocurre al protagonista y cómo intenta, a partir de ese moment, recuperar su vida con la mayor normalidad posible. 

En mi opinión, su lectura es muy entretenida y tanto el argumento como la narración de los hechos harán que empaticemos mucho con el personaje principal, entendiendo la crueldad humana y social, y que queramos continuar leyendo para descubrir el desenlace de los hechos. Además, las ilustraciones poseen gran calidad y no nos dejaran indiferentes. 

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